Altazor fue el primer gatito que nació en nuestra casa y fue también el único bebé de nuestra camada A, y su madre, Monteblanco Lavanda, es nuestra primera Maine Coon... Por si eso fuera poco,
tuvimos que ayudar a Altazor con el bibe desde que nació hasta que comenzó a comer sólido, lo que creó un vínculo muy especial entre nosotros. Con todo ello, no podíamos dejarlo marchar, no
nos veíamos capaces.
Es un jovencito grande y robusto, con una cabeza preciosa, un mentón firme, un bonito perfil y una frente redondeada. Su morro es ancho y potente. Su cuerpo es largo y pesado, y su cola, casi
infinita; y además siempre la lleva en alto porque es un gato muy alegre y cariñoso. El color azul de su manto simplemente nos encanta y estamos deseando ver si sus ojos van a heredar el
color verde de los ojos de sus padres.
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