Torete es un gato muy especial. Fue él quien nos encontró cuando paseábamos por una calle de Murcia. Era un gatito diminuto de tan solo cinco semanas víctima de una infección fúngica que había dejado su cuerpecito lleno de calvas. Seguía a los transeúntes sin ningún miedo, incluso a los perros, y a la mínima se lanzaba a la calzada ignorando cualquier peligro.

 

Lo acogimos y curamos y conquistó nuestros corazones. Completamente recuperado el verde de sus ojos hipnotiza, su pelo es brillante y de un blanco que solo un esquimal podría describir. Su personalidad es muy divertida, se nota que es el mayor de la casa y mira al resto como si no supieran nada de la vida, incluso a nosotros. Es tremendamente protector con todos y muy cariñoso. Pero sobre todo, friolero.